Crónica de un recuerdo ‒ SSIFF72
Texto escrito por Javier Navas
La idea de crear este blog surgía en el largo tren de vuelta del festival de San Sebastián, por lo que me decido ahora (casi medio año después) a hacer un breve recopilatorio de algunos de mis visionados favoritos que tuvieron lugar allí.
Asistimos como parte miembros del Jurado Joven, por lo que durante las mañanas tuvimos que ver más de una docena de películas que formaban parte de las categorías Nuevos Directores y Horizontes Latinos. La primera fue algo más tediosa, y hablé en su momento bastante sobre la falta de identidad visual y autoral de gran parte de ellos, aunque hubo un par que resultaron ser excepción y me agradaron bastante.
La primera de ellas fue Belkis Bayrak con su Gülizar (2024), quien admitía en un coloquio recibir grandes influencias de Lucrecia Martel para este drama sobre las decisiones que toma una mujer ante un abuso sexual. La denuncia es potente y así son también sus imágenes, que sin ser algo excesivo plantean un ritmo bastante contemplativo, emocionando a través de miradas y gestos de los personajes.
Otra pequeña alegría fue la emotiva Stars and the Moon (Yongkang Tang, 2024), una historia de fantasías infantiles claramente influenciada por el cine de Kiarostami, con algunos ecos a Jia Zhangke
Pero la gran sorpresa fue la que me llevé con Regretfully At Dawn (Sivaroj Kongsakul, 2024), una película que bebe indudablemente del cine de Weerasethakul (de temática similar a Syndromes and Century y de cuidadísimo apartado sonoro, similar en las rupturas a aquel que veíamos en Memory), pero que Kongsakul es capaz de plantear de forma más personal, sin que resulte en un plagio directo. Sin duda la mejor que se proyectó en aquella categoría.
Disfrutamos también con divertidísimas comedias como Anora (Sean Baker, 2024) o Rumours (Guy Maddin, 2024), o con las monumentales Megalopolis (Francis Ford Coppola, 2024), Parthenope (Paolo Sorrentino, 2024), Oh, Canada (Paul Schrader, 2024) y Tardes de Soledad (Albert Serra, 2024).
Pero para mí la verdadera sorpresa, y a día de hoy mi película favorita de 2024, fue el mediometraje autoficcional de Leos Carax que recordaba a aquella magna Histoire(s) du cinema de Godard. C'est pas moi es un regalo para cualquier seguidor del cineasta y para cualquiera que aprecie el medio cinematográfico. Una obra maestra de tan sólo 40 minutos.
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